Tania Torres y Victoria Ortiz, en su época de radio escolar, recibiendo un reconocimiento nacional por parte de Andiarios, las acompaña el docente Santander Barrios.

 


 

VICTORIA 384

Por Victoria Ortiz Bayuelo
Egresada IED Hogar Mariano 2015

 

Por seis años consecutivos participé en el Proyecto CIMA de mi IED Hogar Mariano, que está vinculado a los talleres de radio escolar, organizados por la Secretaría de Educación Distrital de Barranquilla. Obtuve muchos conocimientos a lo largo de ese tiempo, desde aprender sobre los medios de comunicación, en especial sobre la radio, hasta crear el hábito de estar informada y de siempre verificar la información. Gracias a los talleres pude conocer las cualidades de mi voz y proyectarla de la manera correcta, mejorar mis habilidades comunicativas y tener clara la estructura de comunicación para entregar un mensaje de manera eficaz. Todo esto, tuvo una repercusión positiva en el colegio, en la universidad y en mi vida, y es que con toda certeza puedo afirmar que haber vivido esta experiencia me ayudó a tener un horizonte claro a muy corta edad. Esta oportunidad me abrió la puerta a un mundo de posibilidades, me puso a soñar y a convertir la realidad del día a día en asombro. Los talleres de radio escolar fueron el motor para vivir muchas otras experiencias, como grabar programas y participar en concursos; pasé de programas radiales en mi colegio a programas para toda Barranquilla, a entrevistar personajes de toda mi admiración, a escribir en el periódico más importante de la ciudad y a participar en el Concurso Mejores Crónicas Prensa- Escuela de Andiarios, en el que obtuve el primer lugar en 2012. Estas vivencias, en conjunto, me permitieron ganar una beca completa para estudiar comunicación social y periodismo en la Universidad del Norte. Hoy en día, que he tenido la oportunidad de trabajar en mi pasión desde sus distintas ramas, confirmo que haber tenido las bases de los talleres de radio escolar y del Proyecto CIMA hizo una gran diferencia en mí como persona y profesional. Sin duda, esa formación ha ido conmigo en cada experiencia laboral que he tenido y me ha permitido dejar huella en la entidad estatal ESAP, en Caracol TV, en la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), entre otros.

 


 

TANIA 384

Por Tania Andrea Torres

Egresada IED Hogar Mariano 2015 

 

Todos cuando somos pequeños queremos ser doctores, ingenieros, astronautas o estrellas de televisión. El mundo se nos muestra inmenso y desde temprana edad pensamos en el futuro. Yo quería ser neurocirujana, lo recuerdo muy bien. Sin embargo, sin darme cuenta me gustaba muchísimo hablar, escribir, imaginar que estaba presentando el noticiero o escribiendo en un periódico. ¿Qué clase de neurocirujana haría algo así? Yo. 

En mi adolescencia me vi rodeada de un ambiente espectacular, conocí a personas que poco a poco me fueron encaminando hacia la comunicación, hacia la radio, la escritura y todo lo que esta conlleva. Mi primer acercamiento fue la emisora escolar Ritmo Joven de la IED Hogar Mariano. Con un par de micrófonos y un pequeño máster comenzó mi sueño de ser Comunicadora Social y Periodista. 

Éramos un grupo pequeño de chicas apasionadas, aprendiendo día a día de lo que nuestro profesor líder del Proyecto CIMA, Santander Barrios, nos enseñaba. Sólo bastaban 20 minutos del receso escolar para amenizar la tarde de todas las compañeras de la institución con música e información de interés a través de nuestra emisora. 

Fue pasando el tiempo y con él, llegaron nuevos retos. Comencé a escribir crónicas y fui ganadora del Concurso Nacional de Crónicas Prensa Escuela 2013, organizado por Andiarios en ese entonces. Ese gran logro me impulsó a seguir luchando por mi sueño, pues ya faltaban un par de años para graduarme del colegio y nuevamente tenía claro lo que quería para mi futuro. 

Recuerdo también a los talleres de radio escolar, un proyecto simplemente enriquecedor. Recuerdo que una de mis clases favoritas fue dictada por el señor Oswaldo Sampayo, aprendí mucho de él. Incluso aún conservo una pequeña novela autografiada que me obsequió. A nivel general, todo lo aprendido en los talleres de radio fue de gran ayuda para no iniciar de cero en mi vida profesional. Todos los ejercicios que llevamos a cabo pusieron su granito de arena en mi crecimiento. 

El crear buenas relaciones con estudiantes de distintas instituciones educativas fue un punto muy a favor. Incluso me reencontré con un par de ellos en la universidad, unos tomaron el camino de la comunicación y otros, aunque no, resaltaron la grata experiencia que tuvieron en los talleres. 

Todo lo anterior me impulsó a lograr mi meta, estudiar Comunicación Social y Periodismo. Tanto así que, en el 2015, gracias a mi buen desempeño en las pruebas de Estado, pude acceder a una beca del 100% en la Universidad del Norte para estudiar lo que me apasiona. Fue sorprendente para mi darme cuenta de que gracias a los talleres y a todo lo aprendido, iba un paso más adelante que la mayoría de mis compañeros de clase en el primer semestre. ¡Qué dicha! 

Mi recorrido profesional va desde el periodismo digital, el marketing y las redes sociales, hasta la comunicación organizacional. Tuve la oportunidad de conocer esas dos caras de la comunicación, la parte empresarial/organizacional y la parte periodística. Actualmente me encuentro seducida por todo lo organizacional y las redes sociales, por eso es en lo que me estoy desempeñando en estos momentos. 

Ya teniendo un nivel profesional me di cuenta cuán importante es la comunicación para todo. Comencé a trabajar en un proyecto social apoyado por MinCultura y la Alcandía de Barranquilla, dirigido a mujeres, en especial a mujeres afrocolombianas y racializadas, que tenía como objetivo hablar abiertamente sobre temas como la resiliencia, el empoderamiento y la toma de decisiones. Un espacio en el que las mujeres pudieran desprenderse de los prejuicios y ser ellas en todo el esplendor de su autenticidad. En este proyecto fui la líder de las comunicaciones, me ocupé del manejo de las redes sociales, de la difusión del evento, de la imagen del evento, entre otros aspectos. Además de todo lo aprendido, me enfrenté a retos que me hicieron poner a prueba mis capacidades como comunicadora social y puedo decir con orgullo que todos ellos fueron vencidos. 

Mi camino profesional aún tiene mucha tela por cortar, aún soy joven y soy consciente de que me falta mucha experiencia por adquirir, pero eso solo me motiva a seguir creciendo paso a paso, como dicen por ahí... "sin prisa, pero sin pausa".

 

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